Quería un café, me
dieron dos... quería escribir y tus letras me interrumpen, levanto la cabeza y observo que hay mucha
gente escribiendo a mi alrededor, siento como el mundo a su alrededor cambia,
se arremolina, florece e implosiona en ideas nuevas y compactas, ideas largas y
pasajeras, mi amigo imaginario ríe, me como un
muffin de frambuesa: hoy tengo sobredosis de café...
Ps.: leí dos cuentos de los Cronopios de Cortázar... no
era el día indicado, me dejaron agitando las alas con afán de largarme a
cualquier lado... claro, en buena lid, pero lejos del mundo.
Creo que comenzaré a escribir algunos cuentos acá... hablándote
prosaicamente (nótese la fusionezca del asunto) y quizás nazca algo interesante
y con faltas ortográficas...
1 comentario:
Hermoso,tal vez se deba a la sobredosis de café..........
Paloma
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