IX
Que te prefería desnuda y en
silencio, mi Rosalba, dormida y apoyada sobre un costado, dejando que el viento
nocturno y la luz de la luna se refregaran sobre ti, cual gato perezoso asediando el lomo sobre tus piernas desnutridas; observarte el rostro pálido e informe en medio
de tanta penumbra, sentir tus leves resoplidos y recordar tus muecas de amor, el
lunar que sobresale en tu pecho y todas las palabras de amor absurdo que vomitábamos
en la boca contraria, tan metálicas y cargadas de culpa. Que te prefiero así de
ensoñada y no al recordarte al despertar tan temprano para tomar los 45 euros
de la mesita de noche aturdida con tanto tabaco, verte cojear hasta la puerta y
cerrar coquétamente un ojo en signo de complicidad y despedida.
Fragmento, "Las Moscas de París"
Bernardo Cienfuegos.
1 comentario:
"(...) y todas las palabras de amor absurdo que vomitábamos en la boca contraria, tan metálicas y cargadas de culpa." ♥
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