jueves, 4 de octubre de 2012

Las Moscas de París






IX 

Que te prefería desnuda y en silencio, mi Rosalba, dormida y apoyada sobre un costado, dejando que el viento nocturno y la luz de la luna se refregaran sobre ti, cual gato perezoso asediando el lomo sobre tus piernas desnutridas; observarte el rostro pálido e informe en medio de tanta penumbra, sentir tus leves resoplidos y recordar tus muecas de amor, el lunar que sobresale en tu pecho y todas las palabras de amor absurdo que vomitábamos en la boca contraria, tan metálicas y cargadas de culpa. Que te prefiero así de ensoñada y no al recordarte al despertar tan temprano para tomar los 45 euros de la mesita de noche aturdida con tanto tabaco, verte cojear hasta la puerta y cerrar coquétamente un ojo en signo de complicidad y despedida. 



Fragmento, "Las Moscas de París"
Bernardo Cienfuegos.

1 comentario:

Ariel dijo...


"(...) y todas las palabras de amor absurdo que vomitábamos en la boca contraria, tan metálicas y cargadas de culpa." ♥