viernes, 21 de septiembre de 2012

Aparecidos Anónimos




Esa mañana, mientras avanzaban las obras de reparación de la carretera, una pala cavó en un lugar que no debía, apareciendo bajo unas piedras tres sacos con restos humanos. El teléfono sonó temprano avisando inmediatamente al comandante Romero sobre el asunto, ya que debían tomarse medidas urgentes para evitar mas escándalos y no arriesgar así una de las cabezas mas importantes a cargo del país: el vicepresidente. Siguiendo con el plan estipulado hace años ante este tipo de situaciones, se intervinieron los canales de comunicación en las instituciones correspondientes y se llamó a terreno a un par de “especialistas” en el área arqueológica para cotejar las osamentas.

Varios días después aparece un artículo en la prensa sobre restos indígenas hallados en las afueras de Santiago por un grupo de trabajadores, en los cuales se habrían encontrado cerámicas y otros objetos que acreditarían este hecho. No fue difícil cubrir las huellas de lo sucedido, los peones eran jóvenes y de pocos recursos, únicos testigos. Tan pronto como la expectación disminuyó, se archivaron los restos quedando una vez mas como aparecidos anónimos, salvo un trozo de papel que la pala liberó de un bolsillo y se alejó del lugar: " hermana mía, si lees esto, no lo logré... me callaron para siempre.”

1 comentario:

Juan dijo...

en tu mente hay espacios donde tus ideas forman historias fascinantes incluso me transportan, y no es q quiera decir cosas buenas sino es q verdadera% me ilusionan. gracias !!!!